Despido objetivo vs despido disciplinario: diferencias y tipos de despidos

El despido objetivo y el despido disciplinario son dos tipos de despidos que pueden llevar a cabo las empresas en determinadas circunstancias. Aunque ambos implican la finalización del contrato laboral, existen diferencias significativas entre ellos en cuanto a las causas, requisitos, indemnizaciones, posibilidad de impugnación y finalidad. En este artículo, analizaremos en detalle estas diferencias y los tipos de despidos que corresponden a cada uno.

Diferencias entre el despido objetivo y el despido disciplinario

La principal diferencia entre el despido objetivo y el despido disciplinario radica en las causas que lo justifican. El despido objetivo se basa en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, mientras que el despido disciplinario se basa en faltas graves o muy graves cometidas por el trabajador.

En el despido objetivo, la empresa puede alegar motivos como la disminución de ingresos, la reestructuración de la empresa o la falta de demanda de los productos o servicios que ofrece. Por otro lado, el despido disciplinario se produce cuando el trabajador ha cometido faltas graves o muy graves, como el incumplimiento reiterado de sus obligaciones laborales, el abuso de confianza, el acoso laboral o la violación de normas de seguridad.

Requisitos y condiciones del despido objetivo

Para llevar a cabo un despido objetivo, la empresa debe cumplir una serie de requisitos y condiciones establecidos por la legislación laboral. Estos requisitos incluyen:

  • Comunicación escrita al trabajador: La empresa debe comunicar por escrito al trabajador las causas que justifican el despido objetivo.
  • Justificación concreta y detallada: La empresa debe justificar de manera concreta y detallada las causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que motivan el despido objetivo.
  • Preaviso: La empresa debe dar un preaviso al trabajador de al menos 15 días antes de la fecha de despido.
  • Indemnización: En caso de despido objetivo, la empresa debe pagar al trabajador una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
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Es importante destacar que, en caso de que el despido objetivo sea considerado improcedente, la empresa debe pagar una indemnización de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

Requisitos y condiciones del despido disciplinario

El despido disciplinario, por su parte, requiere el cumplimiento de ciertos requisitos y condiciones específicos. Estos requisitos incluyen:

  • Existencia de faltas graves o muy graves: El despido disciplinario se basa en faltas graves o muy graves cometidas por el trabajador, como el incumplimiento reiterado de sus obligaciones laborales, el abuso de confianza, el acoso laboral o la violación de normas de seguridad.
  • Comunicación escrita al trabajador: La empresa debe comunicar por escrito al trabajador las faltas que justifican el despido disciplinario.
  • Justificación específica de las faltas: La empresa debe justificar de manera específica las faltas cometidas por el trabajador que motivan el despido disciplinario.
  • No requiere preaviso: A diferencia del despido objetivo, el despido disciplinario no requiere un preaviso al trabajador.
  • No requiere indemnización: El despido disciplinario no requiere el pago de indemnización por parte de la empresa al trabajador.

Indemnizaciones en caso de despido objetivo y despido disciplinario

Como mencionamos anteriormente, en caso de despido objetivo, la empresa debe pagar al trabajador una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Sin embargo, si el despido objetivo es considerado improcedente, la indemnización aumenta a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

En el caso del despido disciplinario, no se requiere el pago de indemnización por parte de la empresa al trabajador, independientemente de si el despido es considerado procedente o improcedente.

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Posibilidad de impugnación y nulidad del despido objetivo y despido disciplinario

Tanto el despido objetivo como el despido disciplinario pueden ser impugnados por el trabajador si considera que han sido realizados de manera injusta o improcedente. Sin embargo, existen diferencias en cuanto a la posibilidad de nulidad de cada tipo de despido.

En el caso del despido objetivo, este puede ser declarado nulo si se considera que ha existido discriminación o vulneración de derechos fundamentales por parte de la empresa. Por ejemplo, si se despide a un trabajador por motivos de género, raza o religión, el despido objetivo puede ser declarado nulo.

Por otro lado, el despido disciplinario no puede ser declarado nulo por motivos de discriminación o vulneración de derechos fundamentales. Sin embargo, el trabajador puede impugnar el despido disciplinario si considera que ha sido realizado de manera injusta o sin justificación suficiente.

Finalidad y alcance del despido objetivo y despido disciplinario

El despido objetivo y el despido disciplinario tienen finalidades y alcances diferentes. El despido objetivo se utiliza como una medida para superar una situación de crisis económica, técnica, organizativa o de producción en la empresa. Por ejemplo, si la empresa se encuentra en una situación de pérdidas económicas constantes, puede optar por realizar despidos objetivos para reducir costos y garantizar su supervivencia.

Por otro lado, el despido disciplinario se utiliza como una sanción por faltas graves o muy graves cometidas por el trabajador. Su finalidad es corregir la conducta del trabajador y mantener la disciplina en el entorno laboral. El despido disciplinario se aplica individualmente a cada trabajador que ha cometido faltas, y no afecta a otros trabajadores de la empresa.

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Comunicación y notificación del despido objetivo y despido disciplinario

En cuanto a la comunicación y notificación del despido objetivo y despido disciplinario, existen diferencias significativas. En el despido objetivo, la empresa debe informar a los trabajadores de las causas que justifican el despido de manera concreta y detallada. Esta comunicación previa permite al trabajador conocer las razones del despido y, en caso de considerarlo injusto, impugnarlo.

Por otro lado, en el despido disciplinario no es necesario que la empresa comunique previamente al trabajador las faltas que justifican el despido. Sin embargo, es recomendable que la empresa documente y notifique por escrito al trabajador las faltas cometidas y las razones del despido, para evitar posibles problemas legales en el futuro.

El despido objetivo y el despido disciplinario son dos tipos de despidos con diferencias significativas en cuanto a las causas, requisitos, indemnizaciones, posibilidad de impugnación, finalidad y comunicación. Es importante que tanto las empresas como los trabajadores conozcan estas diferencias para garantizar que los despidos se realicen de manera justa y legal.

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