El despido improcedente es una situación que puede generar muchas dudas y preocupaciones tanto para el trabajador como para el empleador. Una de las principales preocupaciones del trabajador es el cálculo de la indemnización a la que tiene derecho en caso de despido improcedente. En este artículo, analizaremos en detalle cómo se calcula la indemnización por despido improcedente y los topes establecidos por la ley.
Topes de la indemnización por despido improcedente
El cálculo de la indemnización por despido improcedente se basa en diferentes criterios establecidos por el Estatuto de los Trabajadores. Estos criterios incluyen el salario del trabajador y los años de prestación de servicios en la empresa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existe un tope máximo establecido por el legislador.
El tope máximo de la indemnización por despido improcedente se establece en función de la antigüedad del trabajador en la empresa. Según el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores, el tope máximo de la indemnización es de 33 días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades.
Esto significa que, en caso de despido improcedente, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización de 33 días de salario por cada año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades. Por ejemplo, si un trabajador ha estado en la empresa durante 10 años y su salario mensual es de 2.000 euros, su indemnización máxima sería de 60.000 euros (33 días x 10 años x 2.000 euros).
Es importante tener en cuenta que este tope máximo solo se aplica a la indemnización por despido improcedente. En caso de que el trabajador pueda demostrar daños y perjuicios adicionales causados por el despido, los tribunales pueden otorgar indemnizaciones adicionales, sin que exista un tope máximo establecido por la ley.
Indemnizaciones adicionales por daños y perjuicios
En algunos casos, el trabajador puede demostrar que el despido improcedente le ha causado daños y perjuicios adicionales. Estos daños y perjuicios pueden incluir, por ejemplo, la pérdida de oportunidades laborales, el daño a la reputación profesional o el perjuicio económico sufrido.
En estos casos, los tribunales pueden otorgar indemnizaciones adicionales al trabajador, que se sumarán a la indemnización por despido improcedente. Estas indemnizaciones adicionales no están sujetas a los topes máximos establecidos por la ley y se calculan en función de los daños y perjuicios demostrados por el trabajador.
Es importante destacar que la posibilidad de obtener indemnizaciones adicionales por daños y perjuicios está respaldada por la legislación internacional. Por ejemplo, el artículo 24 de la Carta Social Europea Revisada reconoce el derecho de los trabajadores despedidos sin razón válida a una indemnización adecuada o a otra reparación apropiada. Además, el artículo 10 del Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la terminación de la relación laboral por iniciativa del empleador también establece que los trabajadores despedidos sin motivo válido tienen derecho a una indemnización adecuada.
El cálculo de la indemnización por despido improcedente se basa en criterios objetivos como el salario y los años de prestación de servicios. Sin embargo, existe un tope máximo establecido por la ley, que es de 33 días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades. Además, los tribunales pueden otorgar indemnizaciones adicionales por daños y perjuicios demostrados por el trabajador, sin que exista un tope máximo establecido por la ley. Estas indemnizaciones adicionales están respaldadas por la legislación internacional, que reconoce el derecho de los trabajadores despedidos sin motivo válido a una indemnización adecuada.






