El despido disciplinario es una medida que puede tomar una empresa cuando un empleado ha incurrido en faltas graves o reiteradas que afectan negativamente al desempeño laboral o a la convivencia en el entorno de trabajo. Esta decisión puede tener consecuencias significativas tanto para el empleado como para la empresa, por lo que es importante comprender las causas y efectos del despido disciplinario.
Causas del despido disciplinario
Existen diversas causas que pueden llevar a una empresa a tomar la decisión de aplicar un despido disciplinario. Algunas de las más comunes son:
Faltas de asistencia o puntualidad injustificadas: Cuando un empleado falta al trabajo sin una razón válida o llega tarde de manera reiterada y sin justificación, la empresa puede considerar que está incumpliendo sus obligaciones laborales y tomar la decisión de despedirlo.
Indisciplina o desobediencia en el trabajo: Si un empleado muestra una actitud de indisciplina o desobediencia hacia sus superiores o incumple de manera reiterada las normas y procedimientos establecidos en la empresa, esto puede ser motivo de despido disciplinario.
Ofensas verbales o físicas: El acoso verbal o físico hacia compañeros de trabajo, superiores o clientes es una falta grave que puede llevar a la empresa a tomar la decisión de despedir al empleado responsable.
Transgresión de la buena fe contractual: Si un empleado actúa de manera desleal o realiza acciones que van en contra de los intereses de la empresa, esto puede ser motivo de despido disciplinario. Por ejemplo, revelar información confidencial o competir de manera desleal con la empresa.
Disminución relevante, continuada y voluntaria del rendimiento: Si un empleado muestra una disminución significativa y continua en su rendimiento laboral, y se determina que esta disminución es voluntaria y no se debe a causas externas, la empresa puede tomar la decisión de despedirlo.
Embriaguez o toxicomanía habitual que afecte negativamente al trabajo: Si un empleado consume de manera habitual alcohol o drogas que afectan negativamente a su desempeño laboral, la empresa puede considerar que está incumpliendo sus obligaciones y tomar la decisión de despedirlo.
Acoso discriminatorio por raza, religión, creencias, discapacidad, edad u orientación sexual: El acoso o discriminación hacia un compañero de trabajo por motivos de raza, religión, creencias, discapacidad, edad u orientación sexual es una falta grave que puede llevar a la empresa a aplicar un despido disciplinario.
Acoso sexual: El acoso sexual hacia un compañero de trabajo es una falta grave que puede llevar a la empresa a tomar la decisión de despedir al empleado responsable.
Despido disciplinario falso con falsas acusaciones: En algunos casos, un empleado puede ser objeto de un despido disciplinario injusto basado en acusaciones falsas. Esto puede ocurrir por diversos motivos, como represalias o discriminación. En estos casos, el empleado tiene derecho a impugnar el despido y buscar una compensación por los daños sufridos.
Despido disciplinario con motivos insuficientes: En ocasiones, una empresa puede tomar la decisión de aplicar un despido disciplinario sin contar con motivos suficientes o sin seguir el procedimiento adecuado. En estos casos, el empleado tiene derecho a impugnar el despido y buscar una compensación por los daños sufridos.
Plazos y tipos de despido disciplinario
Es importante tener en cuenta que el despido disciplinario no requiere de un preaviso por parte de la empresa. Esto significa que la empresa puede tomar la decisión de despedir a un empleado de manera inmediata, sin previo aviso.
Además, la empresa tiene un plazo límite de 60 días para aplicar el despido disciplinario desde que tiene conocimiento de la falta cometida por el empleado. No se pueden superar los seis meses desde que sucedió la falta para aplicar el despido disciplinario.
Existen tres tipos de despido disciplinario: procedente, improcedente y nulo.
El despido disciplinario se considera procedente cuando la empresa puede demostrar de manera fehaciente que el empleado ha cometido una falta grave que justifica su despido. En este caso, el empleado no tiene derecho a indemnización.
El despido disciplinario se considera improcedente cuando la empresa no puede demostrar de manera fehaciente que el empleado ha cometido una falta grave que justifique su despido, o cuando no ha seguido el procedimiento adecuado. En este caso, el empleado tiene derecho a una indemnización por despido improcedente.
El despido disciplinario se considera nulo cuando se ha producido una vulneración de derechos fundamentales o se ha cometido discriminación. En este caso, el empleado tiene derecho a la readmisión en su puesto de trabajo y a una indemnización por los daños sufridos.
Ejemplos de despido disciplinario
Para comprender mejor las situaciones en las que se puede aplicar un despido disciplinario, veamos algunos ejemplos:
Un ejemplo de despido disciplinario procedente podría ser la ausencia injustificada de un empleado durante la pandemia del COVID-19. Si un empleado falta al trabajo sin justificación y pone en riesgo la salud y seguridad de sus compañeros, la empresa puede tomar la decisión de despedirlo.
Otro ejemplo de despido disciplinario procedente podría ser el retraso en la incorporación después de las vacaciones. Si un empleado acuerda con la empresa las fechas de sus vacaciones y luego no se presenta a trabajar en la fecha acordada sin una razón válida, esto puede ser motivo de despido disciplinario.
Por otro lado, un ejemplo de despido disciplinario improcedente podría ser un retraso de menos de media hora en la llegada al trabajo. Si un empleado llega tarde de manera ocasional y el retraso es mínimo, la empresa puede considerar que no es una falta lo suficientemente grave como para justificar el despido.
Un ejemplo de despido disciplinario improcedente podría ser una ausencia por vacaciones fijadas de común acuerdo. Si un empleado acuerda con la empresa las fechas de sus vacaciones y luego es despedido por ausentarse durante ese periodo, esto puede ser considerado un despido disciplinario improcedente.
Consecuencias del despido disciplinario
El despido disciplinario puede tener diversas consecuencias tanto para el empleado como para la empresa. Algunas de las principales son:
No hay indemnización a menos que sea improcedente: En el caso de un despido disciplinario procedente, el empleado no tiene derecho a indemnización. Sin embargo, si el despido se considera improcedente, el empleado tiene derecho a una indemnización por despido improcedente.
Finiquito: En el momento del despido, la empresa debe entregar al empleado un finiquito que incluya el pago de las cantidades pendientes, como salarios, vacaciones no disfrutadas, pagas extras, etc.
Derecho a paro si se cumplen los requisitos: Si el empleado cumple con los requisitos establecidos por la legislación laboral, tendrá derecho a solicitar la prestación por desempleo una vez finalizado su contrato de trabajo.
Indemnización por despido improcedente si se califica como tal: Si el despido disciplinario se considera improcedente, el empleado tiene derecho a una indemnización por despido improcedente. La cuantía de esta indemnización dependerá de diversos factores, como la antigüedad del empleado en la empresa y su salario.
Procedimiento y impugnación del despido disciplinario
El procedimiento para iniciar un despido disciplinario debe seguir ciertos pasos establecidos por la legislación laboral. En primer lugar, la empresa debe comunicar al empleado su decisión de despedirlo mediante una carta de despido. Esta carta debe incluir los motivos precisos y claros que justifican el despido.
Una vez recibida la carta de despido, el empleado tiene la opción de firmarla como no conforme, lo que significa que no está de acuerdo con los motivos del despido. En este caso, el empleado puede impugnar el despido y buscar una solución a través de un acto de conciliación o, en última instancia, mediante una demanda judicial.
Es importante tener en cuenta que el empleado tiene un plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido para presentar la demanda. Si no se presenta dentro de este plazo, se considerará que el despido es firme y no podrá impugnarse.
El despido disciplinario es una medida que puede tomar una empresa cuando un empleado ha incurrido en faltas graves o reiteradas. Es importante conocer las causas y efectos del despido disciplinario, así como los plazos y tipos de despido disciplinario. Además, es fundamental seguir el procedimiento adecuado y tener en cuenta las opciones de impugnación en caso de despido disciplinario injusto.






